En un corazón sano, la sangre fluye en una sola dirección. Las válvulas cardíacas funcionan de manera similar a unas “puertas”; cuando están abiertas permiten que la sangre sea bombeada, cuando se cierran evitan que la sangre fluya hacia atrás.
Las válvulas se abren y cierran cada vez que el corazón late. Esto asegura que el cuerpo siempre tenga suficiente suministro de sangre y que esta circule como debe. Cuando una válvula cardíaca se abre completamente y de forma uniforme, la sangre fluye a través de la válvula de una manera fluida y uniforme.
Permite que la sangre rica en oxígeno proveniente de los pulmones pase de la aurícula izquierda al ventrículo izquierdo.
Controla el flujo sanguíneo entre la aurícula y el ventrículo derecho.
Controla el flujo sanguíneo del ventrículo derecho a las arterias pulmonares, las cuales transportan la sangre a los pulmones para oxigenarla.
Permite que la sangre rica en oxígeno pase del ventrículo izquierdo a la aorta, la arteria más grande del cuerpo, la cual transporta la sangre al resto del organismo.
Los problemas de válvula cardíaca pueden ser de dos tipos:
Es cuando el tejido de la válvula se engrosa, limitando el flujo de sangre.
Con el tiempo esto puede engrosar el corazón, y el suministro actual de sangre ya no es suficiente para mantenerlo.
¿Qué lo causa?
Una causa frecuente es cuando el calcio y otros depósitos se acumulan en las valvas o “puertas” de la válvula.
Estas condiciones son muy tratables si se diagnostican temprano. Si tiene alguno de los síntomas o tiene más de 65 años, consulte a su médico de cabecera para una revisión rápida con el estetoscopio.
Este tratamiento depende de la gravedad de la condición, en última instancia las formas de tratamiento suelen ser reparación o reemplazo de la válvula cardíaca. La decisión la tomará un profesional de la salud para elegir el tratamiento más adecuado para cada caso.
La cirugía de válvula a corazón abierto (esternotomía) ha demostrado ser un método muy exitoso de reparación y reemplazo de válvulas durante más de 50 años. Se usa con mayor frecuencia para las válvulas mitral o tricúspide. Este procedimiento puede durar unas horas, los pacientes suelen permanecer en el hospital unas semanas y la recuperación puede tardar unos tres meses.
Suele recomendarse para reparaciones de válvulas mitrales y aórticas
Este tipo de cirugía implica una estancia mucho más corta en el hospital en comparación con el tratamiento quirúrgico tradicional, lo que significa que el paciente puede esperar una estancia de solo cuatro a cinco días.
Tiene beneficios como:
- Menor incomodidad
- Menor riesgo de infección
- Menos cicatrices
- Recuperación más rápida
- Menos limitaciones de estilo de vida posterior a la cirugía
Es una opción de tratamiento para pacientes con alto riesgo de cirugía a corazón abierto, esta es una intervención menos invasiva.
- Es un procedimiento mucho más veloz, generalmente dura entre 1 y 2 horas.
- La recuperación también es mucha más rápida, los pacientes caminan entre 24 a 48 horas después.
- La estadía en el hospital suele ser entre 3 a 5 días
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